arcosdelasierra.com y la LEY SINDE

La diabólica ley Sinde, digna de un oscuro régimen dictatorial ha sido aprobada en el Senado con los votos de la política mas carroñera de nuestro país: PSOE, PP y CIU. La astuta zorra, mal llamada ministra Gonzalez Sinde, ha trazado sus planes de dominio de la red libre más importante del mundo: Internet.

La mafia instaurada en la chusma política de nuestro país se extiende entre los principales partidos políticos.

La resignación a la que se encuentra sometido el ciudadano ante leyes que violan su libertad, impide que los ciudadanos salgamos todos a la calle protestando por los cuatro costados del país. El inmovilismo dictatorial del poder político aplasta la decisión y libertad del ciudadano hasta niveles insospechados.

El ansia de poder controlar TODO por parte del Estado, ha propiciado esta ley que interviene totalmente todas las comunicaciones y expresiones libres en la única red que todavía no se encontraba regulada por los gobiernos a fondo. Ahora gracias a la ley Sinde y al SITEL: conocido como Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones, Sistema Integrado de Interceptación Legal de Telecomunicaciones y Sistema Integral de Interceptación de las Comunicaciones Electrónicas. en España se termina la privacidad y la intimidad en Internet.

Desde hace unos 6 meses, todos los provedores de Internet graban todas las páginas a las que un usuario ha accedido. Con ello el Estado puede conocer con precisión que archivos te has bajado de Internet, que páginas te gustan y visitas, tus preferencias ideológicas políticas y sexuales. El Estado puede conocer TODO sobre ti.

¿Verdaderamente el ciudadano aspira a esta sociedad del control, la dictadura política y la manipulación de las personas?

Ya no podrás intercambiar archivos en Internet, con todo lo que conlleva. El ocio y la privacidad en Internet han sido demolidas por la mafia política.

Todo apesta a carroña, y tú en Internet ya no tienes libertad.

Cualquier página de Internet es susceptible de ser cerrada o multar a su dueño con cantidades de dinero desproporcionadas en favor de productoras audivisuales y televisiones.